Clase 10 de meditación: Meditación trascendental

Meditación trascendental

En este tipo de meditación se usa un mantra cuyo uso, además de activar un proceso energético, sirve como objeto de atención. Cualquier pensamiento tiene su origen de consciencia previo a cualquier manifestación, por tanto, trascendente a ella. Lo mismo pasa con cualquier palabra que se pronuncie.

La orden inicial pertenece a un orden trascendente que es común a todo efecto. El mantra, en la meditación trascendental, sirve para acceder a ese nivel previo y trascendente con respecto a las manifestaciones de la realidad concreta u objetiva.

El meditador, durante veinte minutos, se sienta con los ojos cerrados y poco a poco penetra en su interior, sin forzarse, ni presionarse. Para ello, pronuncia su mantra atendiendo su origen mismo. Los mantras que utiliza la meditación trascendental son escogidos de acuerdo a las características específicas e individuales de sus practicantes y por ello no se puede sugerir.

Pero, ya que la lógica del proceso es la utilizar una manifestación interna para tener acceso a su origen, se puede utilizar cualquier palabra que posea un significado positivo, como pueden ser amor, fe, o Dios, observando el proceso mental que la activa y su desarrollo hasta aparecer claramente en el proceso de la conciencia.

Según Maharishi Mahesh Yogi, el representante más conocido de la meditación transcendental, el origen de todo pensamiento se encuentra ligado a un campo o matriz fundamental, en la que se sustenta también la materia y los objetos, siendo el mantra un medio artificial que aparece en la mente del meditador a partir del mismo campo de todas las posibilidades que es el origen de cualquier pensamiento o palabra. Repitiendo el mantra, el meditador pone atención en el proceso que le da origen, atendiendo a su surgimiento y a la matriz antecedente al mismo. Este campo es conciencia pura y trasciende cualquier manifestación, por eso el nombre de meditación trascendental implicando que el sujeto que la practica logrará un acceso a la fuente de la conciencia, a su mismo origen trascendente.

Aunque el mantra pueda ser cualquier palabra o pensamiento, ya que todos los contenidos mentales tienen el mismo origen, existen ciertos términos que se han utilizado durante cientos o miles de años, que por ello mantienen una energía especial legada por las mentes de los meditadores y sabios del pasado. Los mantras se asignan durante una ceremonia especial y se supone que son individuales y específicos para cada persona. En realidad, existen categorías mántricas que se han escogido atendiendo a características comunes de los meditadores.

La repetición del mantra en la meditación trascendental es sutil y no compulsiva. De esta forma, el meditador estimula ligeramente la aparición del mantra en su mente sin forzarlo. Al principio de la práctica, esto es difícil de conseguir, pero con el tiempo se observa que basta una leve presión mental para que el mantra aparezca por sí mismo y para que se repita siguiendo un patrón que parece ya no depender del meditador o de su voluntad, sino de un proceso que se vive de forma independiente y automática. Cuando esto sucede, la meditación se dirige hace el origen de la aparición del mantra hasta lograr situar la conciencia personal en el campo de la conciencia pura, libre de contenidos y trascendente con respecto a estos, de ahí el nombre de meditación trascendental. Cuando se logra este contacto, el mantra y su repetición ya no son necesarios. En palabras de Marahishi, cuando la barca llega a su destino ya no es necesaria.

El grupo de Maharishi Mahesh Yogi se ha interesado en la faceta fisiológica y física de su técnica de meditación. Afirman que el meditador con su técnica normaliza sus funciones fisiológicas, sana de enfermedades y se vuelve resistente a los contagios. Ya que la matriz fundamental, además de ser el origen de la conciencia y de la materia, es el fondo común de todas las fuerzas físicas, el grupo de Mararishi intenta desafiar a la gravedad yendo hacia el logro de la levitación. Según sus teorías, cuando la conciencia se vuelve pura en el contacto con la matriz fundamental, la gravitación desaparece.

Por otro lado, también afirman que la acción de un meditador al lograr el contacto con la conciencia pura, contagia el ambiente de pureza, facilitando la vida espiritual de comunidades enteras. Se han estudiado los índices de criminalidad en poblaciones con pocos y muchos meditadores, y es en esas últimas donde se da una clara disminución de conductas negativas y criminalidad. Todos estos resultados se inscriben, según Marasrishi, en lo que denomina una tecnología de la conciencia apropiada para la Nueva Era.




Comentarios