Clase 11 de Karate tradicional - Esquivas y escapes


Esquiva

Calentamiento

- Moviendo el cuello, arriba y abajo (unas tres veces)

- A los lados (movemos el cuello a derecha y a izquierda)

- Girando a los lados (movemos el cuello a los lados como diciendo No)

- Moviendo brazos adelante (estiramos los brazos moviéndolos hacia delante en circulo, unas 10 veces)

- Hacia atrás (mismo movimiento, pero hacia atrás)

- Alternativamente (mismo movimiento, pero cada brazo alternativamente, como si estuviésemos nadando)

- Girando caderas (giramos la cadera en círculos)

- Haciendo círculos con las rodillas (flexionamos ligeramente las rodillas, con las palmas en las rodillas hacemos círculos)

- Girando talones (levantamos el talón de una pierna y hacemos círculos, con una pierna y con otra)

- Levantando talones (andamos levantando los talones sin movernos del sitio)

- Estirando las piernas (sin movernos del sitio, lanzamos alternativamente los pies como si estuviésemos dando ligeras patadas al aire)

- Saltando (saltamos sin movernos de lugar)

- A un lado y otro (saltamos hacia delante y hacia atrás, sin desplazarnos)

- A derecha e izquierda (saltamos hacia derecha e izquierda, sin desplazarnos)

- Relajando las manos ( nos sacudimos las manos, como si tuviésemos agua y la estuviésemos sacudiendo)

- Flexionando el tronco ( abrimos ligeramente las piernas y bajamos el tronco intentando tocar con las manos los pies)


Un calentamiento similar puede verse en el siguiente vídeo de la Liga de Karate del Centro Deportivo Plan Sexenal.



Esquivas, escapes y evasiones

Tal como afirma el Maestro José Luis Prieto:
Existen en el ámbito marcial una serie de gestos defensivos que trascienden del uke-waza y que van mas allá de la utilización de las manos y los brazos como única vía de evitar las agresiones
Efectivamente, los escapes. esquivas y evasiones enriquecen el sistema defensivo. Hay que distinguir esquivas, en las que nos desviamos de la trayectoria de un ataque; escapes, por los que nos soltamos de un agarre; y evasiones, en las que nos desplazamos.

La diferencia entre esquivas y evasiones es que en las esquivas movemos el cuerpo, pero no nos desplazamos de sitio, por lo que se emplean en las distancias cortas, mientras que en las evasiones, nos desplazamos de lugar, por lo que se emplean para las distancias largas. Aunque hay maestros que consideran las dos parte de lo mismo.

El aprendizaje de todo esto es complejo y evidentemente en una clase con que sepamos lo que es, nos damos por satisfechos. Aprenderlo lleva toda una vida y lo ideal es hacerlo en un buen dojo con un buen maestro.

Mientras los bloqueos anulan una fuerza con otra fuerza, las esquivas la anulan disipándola. Si bloqueamos un ataque de un agresor desviándolo, estamos gastando energía e impactando contra él. Es cierto que este bloqueo puede utilizarse en nuestro favor atacando. Pero lo normal, es que con las esquivas gastamos menos energía que el atacante. Se usa un bloqueo para contraatacar o porque no es posible la esquiva.

Para dominar las esquivas, además de una adecuada enseñanza, muchísima práctica, conocimiento de las distancias, y también autoconocimiento para conocer nuestros puntos débiles.

Como se decía en la conocida serie de artes marciales de la década de los 70, Kung Fu:
Como nosotros preferimos la paz y la tranquilidad a la violencia, existe un simple y magnífico método: tratar de eludirla. Es el sistema que nos enseña la naturaleza; así, ninguna fuerza humana podrá lastimarte. Jamás trates de hacer frente a una ola. Esquívala. No es preciso detener una fuerza; es más fácil modificar su curso. Aprende a conservar antes que a destruir. Esquivar es mejor que contener; contener es mejor que lastimar; lastimar es mejor que herir; herir es mejor que matar. Porque la vida es preciosa y no puede ser reemplazada.

Las esquivas en Karate

Frente a un ataque de un oponente, en distancias largas es mejor esquivar que bloquear su ataque. Las esquivas (tai-sabaki) en Karate son de distintos tipos. Las principales son en diagonal (irimi), salidas laterales (hiraki), retrocediendo en diagonal (tenshin) y giros (tenkan).

Todo ello es magistralmente explicado por el Maestro Fernando Martín Millana.



Escapes

Los escapes (hazushi-kata) son acciones destinadas a liberarnos de un agarre de un oponente en la muñeca. Las más usadas son: escape lateral interior (uchi-yoko-nuki), escape circular interior (uchi-maki-nuki), escape circular exterior (shoto-maki-nuki)

Escuchemos lo que nos explica y enseña el Maestro Martín Millana.



Evasiones

En las evasiones (muchos maestros las consideran un tipo de esquivas), movemos todo el cuerpo. Necesitamos destreza (anticipar el ataque), coordinación (movernos adecuadamente) y agilidad (si no hay rapidez, terminamos recibiendo el golpe).

Para aprenderlo, práctica, práctica y práctica, y si es posible con un buen maestro.



Explicación

Las evasiones y las esquivas, o las dos, puede dar lugar a un contraataque. Son comunes en artes marciales, por lo que el conocimiento de otras, como por ejemplo el Aikido, aunque sea parcial, es enormemente enriquecedor, como se realiza habitualmente en muchos dojos, enseñando además de Karate, defensa personal, con aspectos de otros artes marciales como Judo, Aikido, Ninjutsu, etc.

Los escapes también pueden dar lugar a un contraataque aprovechando además la inercia del brazo en movimiento. Como por ejemplo, cuando nos agarran un brazo, realizamos el escape y con la inercia golpeamos con puño martillo (tetsui).


Práctica

Si acudimos habitualmente a un dojo, allí nos enseñarán todas estas técnicas, que practicaremos con los compañeros.

Si no es imposible acudir a un dojo, podemos practicar las esquivas y escapes en parejas. El compañero nos ataca y tenemos que esquivar. Al principio se practica despacio y luego se va incrementando la velocidad, pero siempre evitando lesionarnos.

Con unas buenas y seguras protecciones, el efecto sería más real. El problema de la práctica con ellas, es que muchas veces degenera en una "orgía de golpes" sin técnica, en la que no se practica con seriedad la esquiva, amparados por la seguridad que dan las protecciones

Una forma de practicar las esquivas, más bien las evasiones, es que un compañero nos intenta agarrar en movimiento, y nosotros nos tenemos que escapar del agarre.

Otra forma sencilla, barata y segura, es que el compañero nos ataca con un tubo acuático de los que usan los niños en las piscinas (vulgarmente llamados "churros") y nosotros tenemos que escapar de sus golpes. La ventaja es que se puede hacer a plena potencia porque el golpe es inofensivo.

Si estamos solos y no tenemos ocasión de practicar con nadie, estamos en el caso peor. Una posible solución para practicar los escapes es un muñeco de grappling (con alguna adaptación que le hiciéramos), pero son muy caros, superan los 100 euros. Para practicar las esquivas podemos atar una cuerda con una pelota en el techo, moverla vigorosamente, moviéndonos para que no nos toque. Si elegimos una pelota de cierto peso (tipo tenis), podemos golpearla con la pierna o el pie y esquivarla en el rebote, con la ventaja de que en el mismo ejercicio practicamos puntería y esquiva.


Es interesante ver el siguiente vídeo de tai-sabaki, práctica intensiva de esquiva, del Maestro José Cáceres.



Meditación

Se inicia con la indicación Mokuso y finaliza con Mokuso yame.



Saludo

Finalizamos la clase con el saludo, respondiendo siempre con oss.

Al Gran Maestro: Sensei ni Rei.

Al Maestro: Somen ni Rei.

Entre todos: Otagi ni Rei.

Gracias, pueden retirarse.


¡Hasta la próxima clase!

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