El Karate-do es un arte marcial japonés, siendo uno de los más practicados a nivel mundial. En japonés kara significa vacío, te mano y do camino o vía filosófica (filosofía de vida), pudiéndose traducir como el camino de la mano vacía.
Orígenes
Como todas las artes marciales, el origen del karate está lleno de enigmas. Lo cierto es que se originó en el archipiélago japonés de Ryukyu, siendo su isla más importante Okinawa.
Una teoría sostiene que los habitantes de Okinawa tenían prohibido portar armas por la ocupación de las islas por Japón (antes eran independientes y estaban en la órbita de influencia china), por lo que desarrollaron un estilo de lucha en el que las armas eran el propio cuerpo llamado Okinawa te (mano de Okinawa). Esta historia puede haber sido cierta, ya que en Okinawa se desarrolló el kobudo, arte marcial que utiliza herramientas, principalmente agrícolas, como armas.
Otra teoría afirma que los comerciantes chinos llevaron a la isla técnicas de las artes marciales chinas (Kungfu o Wushu). También es una teoría verosimil, ya que las técnicas chinas de combate fueron muy usadas por los japoneses, llamándolas Kenpo, que equivaldría a Kung-fu/Wu-shu.
Las dos teorías no son incompatibles entre sí, por lo que tiene lógica que los propios okinawenses desarrollaran el Karate y recibieran influencia de las artes marciales chinas. Así lo afirma Gichin Funakoshi, personaje clave, del que luego hablaremos.
Sistematización del Karate
A finales del siglo XIX existían en Okinawa tres estilos: Naha-te, Shuri-te y Tomari-te, este último más reservado y secreto.
Un personaje clave en la sistematización del Karate-do es Gichin Gunakoshi. Tuvo tres cualidades claves para ello: ser una persona culta, con un elevado sentido de la ética y cuya profesión era de la maestro de escuela, lo que indica ya de por sí aptitudes pedagógicas.
Gichin Funakoshi compiló el saber existente, creó un sistema de enseñanza (el Karate Shotokan) y divulgó el Karate-do. Escribió una obra fundamental, sin la cual no se puede entender el mundo del Karate: Karate-Do Mi Camino, siendo además un libro de fácil y amena lectura, que muestra claramente sus cualidades antes citadas.
Pero hubo más maestros que sistematizaron el Karate a finales siglo XIX y principios del XX.
Además de los maestros de Gichin Funakoshi (hablar de cada uno de ellos sería como para escribir un libro), fueron personajes clave Kenwa Mabuni, que fusiona los estilos de Okinawa, añadiendo conocimiento de armas tradicionales (kobudo), creando el estilo Shito Ryu; Chojun Miyagi, creador del estilo Goju Ryu, estilo de lo duro y lo suave, con bastante influencia china; Mas Oyama, creador del estilo Kyokushin, que insiste en el pleno contacto y en la mejora personal.
Hubo muchos más, pero nombrarlos a todos sería imposible en este artículo. También ha habido maestros modernos que han creado su propio estilo, algunos con interesantes aportaciones y otros convirtiéndose en auténticos fraudes. Dejamos a la opinión propia de cada lector considerar quienes son maestros y quienes son fiascos.
Evolución del Karate-Do hacia el aspecto deportivo
En la primera mitad del siglo XX, el Karate-Do era un arte marcial puro y duro, no contemplaba las competiciones, no solía haber combates y si los había era para depurar y probar la técnica, hablando fuentes históricas de combates brutales, con frecuentes lesiones. Normalmente se consideraba que la práctica de los kata, la repetición de las técnicas, el trabajo en el makiwara, los rompimientos y el endurecimiento del cuerpo, preparaban de sobra para el combate, que nunca se contemplaba como algo competitivo, sino para defender la propia vida o la de los semejantes.
Tras la muerte de Gichin Funakoshi, quizá por influencia occidental, por atraer adeptos, o por las dos cosas, el mundo de la competición deportiva entra en el Karate, con dos modalidades: combate por puntos y exhibición de katas.
Este es un largo debate que no se ha cerrado, ni se cerrará nunca.
Hay escuelas que renuncian o dan menos importancia a la competición y otras que hacen mucho énfasis en ella.
Los defensores del Karate-do tradicional (y se diría espiritual) defienden que debe seguir siendo un auténtico arte marcial, que hay que practicarlo pensando en la muerte y no banalizándolo con glorias mundanas, que la práctica deportiva hace más énfasis en la estética que en la eficiencia en el combate, y que el combate por puntos impide combatir con contacto pleno y lo aleja de la realidad.
Los que defienden la faceta deportiva creen que el espíritu del deporte no es contrario al de las artes marciales, ya que también trata de preservar la convivencia pacífica, que su práctica fortalece la personalidad, que favorece la divulgación del Karate, y que añade estética al mismo.
Finalmente, hay quienes opinan que las dos cosas no están reñidas, el Karate-do es y debe seguir siendo un arte marcial, y que la práctica deportiva no lo estropea, sino que por el contrario lo enriquece.
Técnicas
El Karate-Do hace énfasis en los golpes de puño (tsukis), en la transformación de todas las partes del cuerpo humano en armas, en la repetición de los katas para lograr la perfección técnica, en los golpes potentes y concentrados, y en el endurecimiento del cuerpo.
Se dice que las patadas en el Karate tradicional eran bajas y que las patadas altas son por influencia deportiva y del taekwondo, aunque probablemente existieran, pero serían menos usadas.
Las posiciones en el estilo Shotokan son bajas para alcanzar estabilidad, en otros estilos son algo más altas, pero buscando siempre estabilidad.
El 80 % de las peleas reales acaban en el suelo, por eso en el Karate más tradicional se estudian barridos, proyecciones, luxaciones, etc.
Grados
Los grados en Karate son relativamente recientes, situándose su general aceptación tras la Segunda Guerra Mundial. Algunos antiguos maestros eran contrarios a ello. Se inspiran en los implantados en Judo en 1935. En el arte marcial tradicional sólo había danes. Gichin Funakoshi otorgó danes a dos de sus mejores alumnos en 1924. A finales de la década de los 30, los líderes del Karate (Butokukai) se reúnen para unificar criterios sobre el tema, que afectarían en principio a los estudiantes, no a los instructores. Tras la prohibición del Karate por la ocupación norteamericana el tema se paralizaría, reanudándose tras su legalización y posterior desarrollo.
En grados hay que distinguir kyu, grados de principiante, cinturones de colores, de menor grado a mayor grado (puede haber diferencias): blanco, amarillo, naranja, verde, azul y marrón, y dan, grados de experto, cinturón negro, de 1º dan a 10º dan. Cada color tiene su simbolismo.
Estilos
Los estilos de Karate más conocidos son:
- Seiken Ryu: fundado por Seiken Sukumine. Insiste en la fluidez de los movimientos y desde distintos ángulos.
- Goju Ryu: fundado por Chojun Miyagi. Estilo de lo suave y de lo duro, algunos katas se ejecutan con lentitud y contracción, para realizarse posteriormente a velocidad.
- Kyukushin Kai: fundado por Mas Oyama. Insiste en la concentración y la fuerza, tanto física como mental.
- Renbu Kai: fundado por Geka Yun. Son característicos sus ataques profundos de pierna. En sus inicios, sus fundadores no lo consideraron un estilo, sino una asociación.
- Shito Ryu: fundado por Kenwa Mabuni. Usa movimientos lineales y circulares con posiciones altas, naturales, con técnicas de defensa personal.
- Shoto Kai: deriva de una asociación fundada por Gichin Funakoshi. Es similar al Karate Shotokan, intentando preservar sus raíces.
- Shotokan: fundado por Gichin Funakoshi. Se caracteriza por golpes rectilíneos penetrantes, posiciones bajas, bloqueos angulares, usando en general distancias largas.
- Wado Ryu: fundado por Hironori Otsuka. Tiene más influencias japonesas que chinas. Trabaja mucho las esquivas (tai-sabaki) y la defensa personal.
Relación con otras artes marciales
Las artes marciales chinas influyeron en el Karate (Kenpo), así como otras artes marciales japonesas, como el Jiu-jitsu. Se ha dicho que el Taekwondo o quizá las artes marciales coreanas también influyeron, pues en Japón siempre hubo mucha inmigración coreana influyeran en el Karate, pero lo que es cierto es que el Karate influyó en el Taekwondo, sobre todo en los ataques con manos.
A finales de la década de los 70, muchos karatekas y taekwondoins crearon el Full contact buscando un contacto que en los combates de Karate no existía. Luego llegó el Kick boxing, las MMA. ¿Qué será lo siguiente?
Respeto, cortesía y etiqueta
Dijo Gichin Funakoshi que el Karate comienza y termina con respeto. El Karate no es mera técnica de combate, tampoco es un deporte puro, es un arte marcial, lo que implica una filosofía y una ética detrás del mismo.
Su práctica conlleva siempre respeto a las tradiciones, a los viejos maestros, a la doctrina, a los contricantes.
También cortesía, saludando siempre a los compañeros, a los maestros, a los fundadores, cuya fotografía siempre está presente en el dojo.
Finalmente también comporta etiqueta, acudir al dojo correctamente aseado y uniformado, respetar la jerarquía de grados, ser humilde, estar dispuesto a aprender, a escuchar con atención las explicaciones del maestro, y no hablar ni cuchichear.
Por eso el Karate es do, camino filosófico. No es simplemente Karate-jitsu, que es la técnica, es Karate-do. Con todo lo que ello implica.
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